Así esta la cosa…
Cada día que te haces la
dificil, a mi se me hace más fácil hacerme el curioso... de tus manos flotando
sobre el marfil y el ebano, de tu mirada acariciando papel y tinta, de tu
cuerpo surcando esta inmensidad de oxígeno que tanto me va haciendo falta...
Y no me basta entonces.
Porque el oxígeno que se ausenta, le deja espacio libre a las ansias. Me pongo un
rato a escribirte aquí a mí lado, sentada con tus arranques de niña boba;
preguntándome por qué carajos no nos dibujamos a besos, más seguido. Ya no me alcanza
con leerte por entregas semanales y simular que compartimos calendarios,
repletos de encuentros no planeados y
alientos que se acoplan entre ellos.
Me vuelvo loco. Ya no
basta. Ojalá…
Ojalá que las horas se te
vayan haciendo más pesadas. Que la cordura de no conocerme, se te ponga muy inquieta. Para que a ti, se te vaya haciendo más difícil el no verme. Y a mí se
me haga más fácil esperarte.
Sería más fácil, que el oxígeno que se escapa, por fin ardiera.
Sería más fácil,
simplemente invitarte a salir este fin de semana.
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