Si loins

Juro que cuando todo esto acabe, dibujaré tu cuerpo entero. A carbón y sombra. Tus colores siempre fueron cambiando. Te prometo que lo tendré en los bolsillos cuando cruce esta jungla de olvido lento y espeso. Tal vez doblado y sucio, tal vez un poco desvanecido. Pero de seguro, es todo lo que necesito como evidencia de mi paso por tus suelos y tu aliento. Para así, no quedarme ni con besos, ni palabras, ni tactos... que todo eso se quede contigo, tú lo necesitas más que yo. 

Tú, que tu mejor vestido es la ausencia. Que se te encuentra en los trenes que llegan a tiempo a descarrilarse. Tú, con tu Kerouac y tu Burruoghs y tus almuerzos desnudos. Tú que te perfumas para evitar tus feromonas llamen al miedo. Que no te sales del mismo y triste cliché, como cinta de ficheras. Por eso sólo te dibujo. Sería cruel que te permitiera quedarte con una parte de mí. Y sería demasiado tedioso llevarte completa conmigo. 

Con el tisne entre mis dedos y el paso inquieto, me hecho el futuro al hombro y desciendo por los senderos que ya no son tuyos. A esa vida con olor a nuevo y dónde te he topado con una importancia tuya, igual a nada.

 

 

 

Calidad total

Que tengo hambre, que tengo el horario bien matado, que chambeo y estudio, que necesito enfocar para no perderme nada de la vida, que tengo ser menos Bieber y más Harper... No puedo darte cantidad de momentos pero me cago en la madre (aquella, que no es ni mia ni tuya) en que puedo darte, carajo, puedo darte calidad total....
Porque nadie da de alta al amor junto con las materias en turno, nadie checa tarjeta cuando entra al corazón de alguien. El amor no es un vuelo atrasado en el aeropuerto, o una alacena vacía. Ni se encuentra en los labios del alcohol o al final de un cigarrillo.
Y yo me aperro, te muevo la colita cuando entras a la casa y ladro mis noches buscándote. Tu cariño, sin duda, me ha dejado más flaco, y que va. Yo nunca me subi a tu tejado pensando en pisar como gato. Pero no te engañes y decidas solo aventarme huesos.
Yo estoy aquí, de entre todos los hombres, porque te encanto. No le echemos la culpa a nadie. Estamos tú y yo juntos al borde de la corniza, de la mirada del mundo, del final de los tiempos.Para aventarnos a ese charco y darnos cuenta que el amor en estos días, ya no se piensa sino que se hace...