Bienvenido. Welcome. Bienvenu. Willkommen.

Que vivimos en tiempos furiosos. Que no nos toleramos a nosotros mismos ni por un segundo. Que nos han enjaretado las ineptitudes de nuestros padres. Que nuestras naciones parecen rellenos sanitarios.
En medio de todo, yo escribo. Me siento faro ante la tenebrosa noche. Me siento falo, derechito para el cielo. Ésta es mi vida, mi carro, mi escuela, mi casa, mi trabajo. Ésta es la huella que tú, por certeza o por pereza, has decidido también acoplar a tu paso.

martes, 6 de octubre de 2015

Del veintiocho de septiembre del dos mil quince

Yo le conocí hace 26 años, un 6 de enero de 1989. Era la primera vez que abría mis ojos, pero hasta el día de hoy, puedo asegurar que él estaba ahí, devolviéndome la mirada. Yo tenía los ojos llenos de curiosidad y de futuro y creo que él también tenía en su mirar, una curiosidad y un futuro propios. Porque mientras yo me preguntaba qué carajos podría ser ese mundo de sombras ante mí, él se preguntaba quién sería yo en ese mundo de sombras. Y no puedo asegurar que aquel haya sido nuestro momento más importante, pero sí fue nuestro primer momento. Así, no sólo nacía yo, nacía también la historia de abuelo y nieto, a la cual le quedan todavía unos cuantos capítulos y unas cuantas sombras más, y por supuesto aún nos quedan a ambos esa curiosidad y ese futuro que hemos compartido desde entonces. 

Su nombre es Sergio Rafael Brilanti Nuñez. Es mi abuelo y hoy cumple 80 años. Pero no sólo cumple con eso, porque admitámoslo, 80 años se cumplen fácil. Lo que no se cumple tan fácilmente es caminarlos con la frente en alto y la alegría tan característica y tan propia de este hombre que tenemos aquí frente a nosotros. No es fácil ser hombre, ser padre, abuelo. No es fácil ser soldado y ser ejemplo. No es fácil la vida. Vamos, no es fácil ser meteorólogo en este país y mucho menos cambiar de residencia por toda su geografía. Y sin embargo, siempre le he visto dándose el tiempo para no perderse los frutos que ha sembrado; ya se filmando hasta el cansancio cada evento y fiesta familiar, cuidando de los suyos o compartiendo su consejo con cada uno de nosotros.  

Ojalá me disculpen esta brevedad. Me dispuse a escribir apenas hace una semana; y una semana es un imposible, es sólo una gota de agua o un grano de arna. Es imposible porque en mi vida, este hombre ha sido inmenso. Puedo escribir palabras de amor para mi abuelo, y me encontraré a mi mismo en mis 80's; apenas definiéndole un prólogo a todo este cariño. Por eso hoy, me tomo un descanso para celebrar. 

Y abuelo, hoy no sólo celebro que cumplas 80 años. Porque cumples, también, los 16 años que tiene mi hermano o los 21 que tiene Sergio Tercero. Cumples 15 como Ximena y cumples 7 como Sebastián. Te veo aquí rodeado de amigos y familia, brindando y sonriendo y te veo con mis 26 años. Porque cada año que pasa, sé que lo vives con cada uno de nosotros. Porque siempre estas ahí en nuestros logros, nuestras caídas, nuestras rabietas y talentos. Porque ´se que vas a seguir cumpliendo años con cada uno de nosotros. Será tu cumpleaños mientras nos duré tu amor y sé que ese amor nos durará para siempre y entonces un poco más. Sólo así es como sabes sembrar, abuelo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario